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‘Gestión de la comunicación’ Category

En todo proceso de gestión existe una instancia de evaluación que es la que nos ayuda a reconocer lo que estamos haciendo bien y lo que no. Diagnosticar nos permite identificar las fortalezas y los espacios de mejora de nuestra gestión comunicacional, reconociendo el mapa de desafíos y oportunidades que nos plantea nuestro público interno y la matriz cultural de la compañía. Medir es agregar valor a nuestra organización.

La medición en comunicación interna implica posicionarse desde un lugar particular de investigación atendiendo al análisis de las percepciones que tienen los colaboradores de la compañía respecto de los mensajes clave, la información que circula, las conversaciones que se generan, los comportamientos organizacionales traducidos en la cultura corporativa y sus canales de comunicación. El análisis comunicacional es complejo pero es  el punto de partida del abordaje estratégico de una gestión exitosa en comunicación interna.

Diagnosticar nuestra comunicación no es sólo un paso previo a cualquier Plan Estratégico de Comunicación Interna, es parte integral del proyecto. Medir y evaluar nos ayuda a reconocer el impacto de nuestra gestión en cuanto a la estrategia y los objetivos planteados en el mismo. Los resultados de un buen diagnóstico nos permiten tomar decisiones estratégicas, generar oportunidades (al compartir los resultados de la estrategia podemos conseguir más recursos para potenciar nuestro plan de comunicación), y respaldar el proceso de gestión (esto permite a las organizaciones poder visualizar su incidencia).

En resumen, diagnosticar, medir nuestra comunicación interna nos  permitirá diseñar un Plan Estratégico de Comunicación Interna que sea eficaz y eficiente. Eficaz, en términos de su implementación, y eficiente en cuanto a la ejecución del presupuesto del que se disponemos para llevarlo a cabo.

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¿Cómo hacer un buen diagnóstico de comunicación? En AB Comunicaciones contamos con 15 años de experiencia en el campo, podemos ayudarte a elegir las técnicas más adecuadas para la evaluación de la comunicación interna de tu compañía. Contacto ABCOM

¿Cuántas veces nos pasó cuando estamos en alguna charla de perder el hilo de lo que dice el expositor?  A veces nos abruman con tanta información que no alcanzamos a digerirla o lo peor, nos aburrimos. A pesar de nuestras buenas intenciones y de hacer fuerza, el presentador no logra captar nuestra atención y nos desconectamos del mensaje que nos quiere comunicar.

En la misma línea, ¿cuántas veces nos pasó de mirar una película o leer un libro, engancharnos y no poder parar  hasta el final? Y no sólo eso: seguir acordándonos por mucho mucho tiempo de lo que trataba. Lo recordamos porque nos generó algún tipo de emoción, nos entusiasmó, nos entristeció o nos sentimos identificados con aquella historia.

Bueno bien,  es sabido que una buena historia vale más que mil datos “científicamente comprobados”. ¿Y si aprovechamos el storytelling (el arte de contar una historia) para dirigirnos a nuestros colaboradores? Ya sea para generar un cambio,  para convencerlos de algo, para informarlos, inspirarlos o motivarlos, una buena historia nos garantiza un camino más directo al éxito de nuestra exposición.

Hay al menos tres cuestiones que debemos tener en cuenta a la hora de pensar en realizar una presentación explotando este recurso. En primer lugar, es necesario generar un engagement en la audiencia, es decir,  conectar con ella. Para esto,  es fundamental conocerla, saber cómo es y cuáles son sus expectativas.

En segundo lugar, debemos atraparlos, captar su atención desde el principio y mantenerla hasta el final. Los ejemplos, las historias, las anécdotas, las analogías ayudan a captar el interés de nuestra audiencia y a mantenerlo hasta el final. Además, es importante tener en cuenta que podemos desconectar con ella si la idea fundamental no es evidente o no están claros los objetivos de nuestra presentación.

Por último, es esencial (y le brinda un plus al mensaje que queremos dar) promover el recuerdo. Que nuestra audiencia, una vez finalizada la presentación, siga recordando la idea central, el objetivo fundamental de la misma. Como decíamos en un principio, llenar de información a la audiencia no ayuda a su comprensión ni a su recuerdo. Por lo tanto, una buena presentación debe ser fácil de seguir y de comprender pero, sobre todo, de recordar. Y esto, además, es sumamente importante si a su vez pretendemos generar un cambio en nuestros colaboradores.

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En AB Comunicaciones podemos ayudarte a explotar este recurso al máximo para potenciar la gestión de la comunicación interna de tu compañía.

una buena historia, una buena presentación

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Mientras que jugamos aprendemos y esto no sucede solo cuando somos chicos. ¿A quién no le gusta jugar? El juego nos hace tener una experiencia directa y, en este sentido, ya sea aumentando de nivel o ganando, vamos determinando nuestras acciones y aprendiendo qué camino nos conviene más y cómo llegamos a él. La gamificación, una de las tendencias que  hemos identificado para la comunicación interna de 2017, consiste en aplicar dinámicas o actividades lúdicas consiguiendo mejorar la experiencia de nuestros colaboradores.  

La gamificación en la gestión de la comunicación interna puede ser de gran utilidad tanto para lograr en los colaboradores la interiorización de procesos y procedimientos como para aumentar su motivación y su compromiso.  No obstante, hay ciertas cuestiones que debemos tener en cuenta a la hora de implementar una estrategia de este tipo en nuestra compañía.

En primer lugar, tenemos que determinar si la gamificación es coherente con la cultura de nuestra empresa. De no serlo, su implementación sería una acción sin consonancia con la filosofía corporativa y podría percibirse de tal manera. Para esto, se pueden realizar previamente otras acciones para ir preparando el terreno.

En segundo lugar, debemos establecer el propósito, lo que queremos alcanzar al utilizar la gamificación como herramienta. Si es para gestionar un cambio en la organización, para motivar a nuestros colaboradores, para incrementar el trabajo en equipo, para la inducción de personal, para conocer nuevos procedimientos de trabajo, entre otros.

En tercer lugar, reconocer si nuestro público interno es proclive a las dinámicas de este estilo. No podemos implementar una estrategia de gamificación solo porque sabemos que da buenos resultados. La clave está en que a nuestros colaboradores les guste el juego que vamos a proponerles.

En cuarto lugar, es muy importante que fomentemos la participación y para motivar a nuestros colaboradores es necesario ofrecerles algún tipo de beneficio por ello. En último lugar, debemos establecer previamente cómo mediremos los resultados. Una evaluación de nuestra estrategia es vital para mejorar como organización.

Sólo en este momento, luego de haber determinado todas las cuestiones mencionadas anteriormente, estamos listos para llevar a cabo la propuesta de gamificación en nuestra compañía. Debemos buscar que haya un equilibrio entre lo lúdico y lo corporativo en nuestra estrategia y que, además, manifieste la comunicación de nuestra organización.

En AB Comunicaciones podemos ayudarte a pensar e implementar una estrategia de gamificación acorde a tu compañía. Contactanos!

septiembre 1, 2016

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Por: abcom

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Categorías: Gestión de la comunicación

Anteriormente te comentamos sobre la importancia de conocer el clima laboral de tu compañía. El proceso de medición del clima no es sólo un estudio, debemos considerarlo como una herramienta de gestión para poder mejorar como organización. A partir de las oportunidades que encontremos. Para llevar adelante el proceso de medición, es necesario tener en cuenta ciertas cuestiones que nos ayudarán a obtener altos índices de participación y compromiso con la iniciativa.

Aquí te detallamos los 5 pasos indispensables para elaborar una campaña efectiva de medición del clima laboral. ¡Tomá nota!

 

  • Prepará el escenario. El proceso de medición del clima laboral comienza antes de la fecha efectiva en que vayas a tomar la encuesta. Aquí es fundamental generar un escenario propicio. Para esto se debe comunicar los qué, cómo y para qué del proyecto a  los colaboradores. Recordá que la comunicación interna es indispensable en todas las etapas de este proceso.    

 

 

  • Generá un ambiente de participación. Este paso va de la mano con el anterior. Te recomendamos romper con el famoso “queremos escucharte”. Si buscamos aumentar la participación año tras años debemos ser más creativos a la hora de convocar a nuestros colaboradores para que se sumen. Sí, es importante que sepan que queremos escucharlos pero queremos más. Queremos que se sientan realmente parte del clima y co-creadores del ambiente de trabajo que se vive en la organización. En otras palabras, debemos acercarles una razón de valor para que quieran participar.

 

 

  • Agradecé a tus colaboradores. Inmediatamente después de la toma del cierre de la medición, es fundamental que les des las gracias a los colaboradores por participar, por tomarse el tiempo de responder la encuesta y demostrar su compromiso para que la compañía sea cada vez mejor.

 

 

  • Comunicá los resultados. Pedirles a tus colaboradores que participen en la medición no debería ser sólo una cuestión cosmética. Es necesario compartir los resultados del estudio con ellos lo antes posible. Que todos tengan acceso a esta información de forma ágil y práctica. Aun cuando los resultados no sean del todo favorable. La sinceridad en la comunicación de resultados genera altos niveles de confianza e incrementa el compromiso individual en la co-creación del clima de trabajo.   

 

 

  • Manos a la obra. Con los resultados a la vista. Es momento de desarrollar el plan de acción y mejora. Una vez diseñado el proyecto, comunicarlo y asumir el compromiso en la implementación de las iniciativas propuestas con tus colaboradores. Es clave para darle un sentido real a la participación en la encuesta de clima.

 

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Si estás por realizar un proceso de medición del clima laboral, contactanos. En AB Comunicaciones podemos ayudarte a implementar una efectiva campaña de medición del clima y sacarle el máximo provecho este estudio.   

agosto 11, 2016

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Por: abcom

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Tags: Comunicación, politicas, procedimientos, procesos

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Categorías: Gestión de la comunicación

En una compañía no solo debemos velar por transmitir a todos los colaboradores la cultura organizacional, sino también es de suma importancia plantear y unificar lineamientos para la ejecución del trabajo.  ¿Estás pensando cómo hacer para mejorar la comunicación de tus procesos y procedimientos?. Aquí te contamos las cuestiones que deberías tener en cuenta.  

Los procesos y procedimientos en una empresa buscan generar la mínima incertidumbre posible en la ejecución de las tareas. Por lo general, tanto las procesos como los procedimientos, se plasman en guías o manuales muchas veces interminables.

Sin embargo, no es suficiente con tener las políticas/ procedimientos / normas perfectamente redactadas. Es necesario comunicarlas eficientemente. Es por esto que se debe definir estratégicamente  el modo en que se pondrán a circular los documentos y cómo se comunicará de modo simple los nuevos procesos y procedimientos.

Como siempre planteamos. Es indispensable que los colaboradores comprendan acabadamente los procesos, sus qué, y para qué. En otras palabras. La clave está en comunicar por qué es necesario que existan esos procedimientos y en qué los beneficia a ellos y a la empresa. La capacitación es una herramienta estratégica para trabajar la internalización de las nuevas prácticas.

En AB Comunicaciones podemos ayudarte a crear estrategias y alcanzar una efectiva comunicación de las políticas y los procedimientos de tu empresa. ¿Estás interesado? Contactanos!

Que el todo es mucho más que la suma de sus partes no es solamente una afirmación validada en el dominio de la percepción (¿ya te detuviste en la imagen de arriba?), sino también en materia de comunicación interna. ¿O acaso es lo mismo hablar de “una revista, algunas notas en la intra y un mail de capacitación que manda el área de Recursos Humanos” que utilizar esas mismas herramientas en el marco de un plan estratégico de comunicaciones?

Para que la comunicación sea estratégica, es preciso orientar las conversaciones que circulan dentro de una organización de acuerdo a objetivos previamente definidos. ¿Fortalecer el sentido de pertenencia? ¿Disminuir el rumor y la incertidumbre? ¿Desarrollar nuevos modelos de liderazgo y gestión de equipos? ¿Aumentar el índice de felicidad de las personas? En todo caso, el plan de comunicación interna debe servir para apalancar las metas del negocio y los proyectos que afecten el rumbo de la compañía.

Si bien no es posible prever todas las necesidades de comunicación de aquí a los próximos 365 días, definir objetivos anuales facilita, de hecho, la gestión de las comunicaciones del día a día. Y es que planificar a largo plazo tiene que ver justamente con generar condiciones de previsibilidad para resolver con agilidad la comunicación de esas noticias que no son del todo “esperadas”.

Para saber cuál es la mejor forma de avanzar es necesario establecer de antemano el punto de llegada. Podemos hacer muchas cosas: diseñar campañas de sensibilización, organizar espacios de encuentro para líderes, crear programas de bienestar, club de beneficios, ecards, carteleras y ambientar pisos completos. Pero cuando el rumbo no es claro, es muy grande el riesgo de que las inversiones en comunicación caigan en saco roto. Además, la única forma de generar sinergias entre los canales y garantizar un impacto mayor es a través del diseño de una guía de acciones concatenadas y coherentes entre sí.

Como ya dijimos, herramientas de comunicación interna hay muchas. Lo importante es entender la especificidad en cada caso para sacarle el mejor provecho. Aquí, algunos ejemplos:

Workshops. Espacio de formación diseñado para cascadear mensajes claves, así como fortalecer el trabajo multidisciplinario. El objetivo es contribuir a que los participantes amplíen competencias y herramientas comunicativas e incorporen los conceptos centrales en los que tales herramientas se fundamentan.

Campañas. Batería de acciones sistematizada para difundir valores y comportamientos, así como apalancar los proceso de transformación cultural dentro de las organizaciones.

Acciones de reposicionamiento. Serie de comunicaciones enfocadas en cambiar el marco de referencia conceptual a partir del que son interpretados determinados hechos o acontecimientos.

Política de Comunicación Interna. Documento que establece una normativa para el uso de canales en una organización, así como la distribución de responsabilidades para garantizar el acceso a información confiable y compartir buenas prácticas que permitan alcanzar de modo más eficiente los objetivos de negocio.

Manifiesto. Documento que plasma la forma de hacer y de ser de la compañía, con un tono motivador e inspirador.

¿Tenés claro cuál es la próxima gran meta de tu organización? ¡Contanos! Nosotros te ayudamos a diseñar la mejor estrategia de comunicación para lograrlo.

Distinguir las distintas generaciones en el interior de tu empresa es una ventaja competitiva para gestionar el clima interno, fortalecer la integración y mejorar procesos internos. Claro que esto representa un gran desafío en el cual necesitamos poner a funcionar unas cuantas aptitudes:

-Desarrollar la empatía, para poder descifrar las búsquedas, solicitudes, demandas, apreciaciones e intereses de cada una de las generaciones. Y, sobre todo, reconocer qué tipo de liderazgo ejercen y a cuál responden;

-Trabajar en una mirada flexible, que sepa valorar los distintos estilos de trabajo por sus virtudes, y permita realizar aportes sobre las oportunidades de mejora que fortalezcan el ambiente de trabajo;

-Conocer a la gente, caminar la empresa y escuchar las distintas voces para poder pensar nuestra estrategia de comunicación sabiendo con quién(es) estamos hablando.

Vivimos una época muy prolífica en materia de literatura que trata la cuestión de la multigeneracionalidad en las empresas. Tamara Erickson es una de las referentes contemporáneas más destacadas. Uno de los datos que nos brinda nos explica que nuestra manera de ver el mundo se forma entre los 11 y los 14 años, que es cuando desarrollamos las primeras ideas conceptuales: empezamos a pensar cómo es el mundo, qué es lo importante y en quién debemos confiar. Esta idea proviene de la psicología del desarrollo, que señala que cada generación se forma de acuerdo con los eventos que sucedieron cuando eran más jóvenes.  

Sabemos que en las organizaciones de hoy conviven 4 generaciones: tradicionalistas, baby boomers, generación X y generación Y. Sobre estos últimos se está hablando tanto que, en este artículo, te proponemos comenzar el recorrido al revés partiendo de un acuerdo inicial: todas ellas tienen un por qué, y en todas ellas hay talento.

Viejo es el viento y todavía sopla.

El arte de gestionar el talento multigeneracional es un emprendimiento principalmente comunicacional. Y aquí pretendemos detenernos en dos de las palabras que elegimos para esta frase: arte comunicacional.

Cuándo un desafío multigeneracional no responde a ninguna receta, sino que se vincula más directamente con la pasión por hacer. Si bien existen determinados parámetros para identificar generaciones, no se trata de fórmulas matemáticas exactas.

Un consejo a tener en cuenta es el de ponerse en el lugar de los tradicionalistas y baby boomers que todavía están activos en nuestra empresa, aquellos que siguen ocupando puestos jerárquicos y ven cómo las nuevas generaciones irrumpen el espacio con nuevos modos de hacer y pensar. Es muy importante valorar toda su experiencia y conocimiento, y ayudarlos a romper la barrera de la resistencia al cambio para que puedan ser, todavía, protagonistas de los nuevos modos de hacer de la compañía, que necesariamente se adapta a los tiempos que corren. Por esto, la comunicación es el arte de unir las partes, las miradas. Las personas.

Para eso, existen estrategias que posibilitan compartir experiencias y sumar aprendizajes mutuos, posicionando al experimentado en un rol protagonista del cambio y al aprendiz, en un espacio que le proporciona herramientas y le permite construir su crecimiento. Una de ellas es el mentoring, donde el experimentado acompaña al joven en un marco de colaboración y confianza que podemos trabajar desde la gestión de la Comunicación Interna. Además, el desarrollo de workshops de sensibilización en comunicación y engagement multigeneracional son cada vez más requeridos y aprovechados por las organizaciones.

Recordá:

No te enojes. A veces el otro no te entiende. Lo explicaste mil veces, pero no lo ve. No es tonto. No es malo. Ni es indiferente. Es otro.

 

En AB desarrollamos estrategias de CI y cambio cultural desde hace 15 años.

¿Cómo se vive en tu empresa el desafío CI: Multigeneracionalidad?

¡Sigamos conversando!

La alta penetración de smartphones en el mercado laboral ya no es novedad para nadie. De hecho, los estudios más recientes en materia de conectividad móvil para la Región, indican que alrededor de un 50% de los usuarios corporativos de telefonía celular disponen de terminales inteligentes, y más del 65% los utiliza para mantenerse conectado a internet.

Pero más allá de la tecnología, el nuevo escenario social en nos plantea e instala la necesidad de estar conectados siempre, en cualquier lugar y en todo momento. Atrás están quedando los años dorados de las intranets, y lo que empieza a imponerse es el uso de aplicaciones móviles para mantener una comunicación más inmediata, directa y transversal con los colaboradores.

En esta línea, y de acuerdo al último reporte sobre la materia de Harvard Business Review, “The Digital Transformation of Business”, cuatro de cada 10 compañías están entiendo como crítico para su estructura organizacional el paradigma móvil. Y es que el acceso a la información y la colaboración en tiempo real (y desde cualquier lugar en que se encuentre un colaborador), es ya una cuestión de estrategia de negocio que contribuye a la optimización del tiempo, y a la capacidad de alcanzar mejores resultados con menores esfuerzos.

Los datos del estudio son precisos al indicar que la estrategia de comunicación móvil de una compañía mejora en un 64% el acceso a la información, elevando en un 53% el nivel de productividad de los colaboradores, y en un 34% la colaboración  entre equipos. En otras palabras, las aplicaciones móviles de comunicación interna generan un mayor engagement de los empleados con la compañía y entre ellos mismos.

En nuestra experiencia implementando soluciones de comunicación interna en canales móviles, encontramos que los desafíos de cambio cultural en las organizaciones para la adopción temprana de estas iniciativas, pueden gestionarse con éxito en el corto y mediano plazo.

Y esto se debe principalmente a que el mapa de colaboradores, está configurado cada vez más por nativos digitales y a que el acceso a nuevas herramientas de comunicación como las redes sociales ya es parte de una práctica que trasciende las generaciones.

En consecuencia, la máxima barrera que debemos cruzar es la que del  sentido sobre el uso de las aplicaciones móviles. El éxito estará puesto en la capacidad organizacional de crear contenidos y espacios de alto valor para sus colaboradores, compartiendo y fomentando el flujo de  información relevante y de interés, haciendo más fácil el trabajo de los empleados.

Hoy, lanzar una aplicación móvil para potenciar la comunicación interna de la compañía no es un lujo. Es una necesidad latente que tarde o temprano deberemos abordar para ganar eficiencia organizacional.

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El mercado es dinámico. En nuestros días, muy dinámico y cambiante. Las marcas suben y bajan en la percepción de la sociedad a medida que se modifican las necesidades o intereses de los públicos. Aprendé más en nuestra nota El área que está faltando: De qué se trata

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La comunicación interna en las organizaciones se enfrenta a nuevos retos, en especial relacionados con la aparición de dispositivos móviles y herramientas como las redes sociales corporativas. Los colaboradores no están ajenos a estos cambios: las nuevas generaciones se incorporan al mercado laboral, la generación Y comienza a ganar espacios gerenciales, y la mayoría de las personas son usuarios activos de una o varias redes sociales.

Si hoy en día para todos nosotros es habitual lanzar un tuit o publicar un post en Facebook, ¿por qué no utilizar las redes sociales como herramientas de mejora en la comunicación interna de las empresas? La respuesta a esta pregunta se encuentra en ciertos preconceptos que circulan en puestos gerenciales. Por eso analizaremos los 3 mitos que impiden la incorporación de redes sociales al interior de las empresas.

Mito N°1: las redes sociales internas no sirven para nada

Verdad: Una red social corporativa bien diseñada e implementada multiplica exponencialmente el nivel de productividad. Sólo estableciendo una comunicación fluida entres las diferentes áreas de una empresa se logra:

  • Mejorar el acceso a la información por parte de los empleados.
  • Incrementar significativamente la eficiencia en la coordinación de los proyectos.
  • Eliminar la duplicidad de esfuerzos.
  • Acelerar la expansión del know-how generado en la compañía.

Por supuesto que para alcanzar estos resultados hay que planificar, implementar y dar seguimiento al proyecto de forma estratégica y siempre contando con el apoyo de los máximos dirigentes de la empresa.

Mito N°2: la implementación de una red social tiene un alto costo

Verdad: Las redes sociales internas pueden implementarse sin invertir un solo centavo. Sólo se necesita disponer de una buena conexión a internet. Las redes sociales corporativas cuentan con interfaces amigables, similares a las de otras plataformas que tienen millones de usuarios activos en todo el mundo, por lo que no hace falta invertir en capacitación.

Tampoco la instalación es costosa. Algunas plataformas como Yammer de Microsoft, cuentan con una versión gratuita que incluye todas las funciones y que cumple con los requisitos de seguridad necesarios para las compañías de hoy.

Mito N°3: Al tener acceso a una red social corporativa los empleados trabajan menos

Verdad: Tras la puesta en marcha de una plataforma que potencia la comunicación interna se alcanzan los objetivos más rápido y de forma más eficiente. Las redes sociales internas:

  • Permiten una comunicación en tiempo real, fluida y espontánea.
  • Fomentan la colaboración y la participación entre los empleados.
  • Colaboran con la gestión del conocimiento.
  • Ayudan a cohesionar los equipos de trabajo, en especial si están en lugares geográficamente distantes.

Probablemente, el mayor obstáculo para la puesta en marcha de una red social corporativa no tenga que ver con ninguna de estas cuestiones, sino con el temor al cambio. Entonces ¿por qué no implementar ordenadamente un canal de comunicación que tus colaboradores ya utilizan en su cotidianidad?

Si te gustó esta nota podés compartirla en tus redes sociales. Y en los comentarios podés contarnos qué pensás sobre las redes sociales corporativas ¿Creés que pueden ayudarte a alcanzar los objetivos de negocio de tu empresa?

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Más que una tendencia en comunicación interna, las herramientas sociales corporativas son hoy una realidad en América Latina.  Con Yammer a la cabeza y Social Cast siguiéndola de cerca (próximamente también estará facebook@work), las organizaciones están depositando en ellas grandes esperanzas al tiempo que luchan con la frustración de los bajos niveles de uso que registran las plataformas. En consecuencia, en este post vamos a compartir algunas iniciativas que pueden ayudarnos a superar la inevitable conclusión de que “nadie usa la plataforma social de la compañía”.

Ustedes dirán, aunque creo que nos es importante pararnos hoy sobre el “qué” implica la adopción interna de una herramienta  social. Como todos sabemos, el trasfondo conlleva un cambio cultural profundo sobre el modo y los medios en que nos comunicamos internamente en la organización. Entonces, vamos a detenernos en el “cómo” para ver algunas iniciativas útiles que pueden hacer que nuestra red social interna comience a dar los primeros pasos.

Trabajá en lo social: algunos más y otros menos, pero todos estamos familiarizados con el uso de las redes sociales como un espacio para saber (a veces demasiado) “qué es de la vida de…”. Y es que por alguna extraña razón, a las personas nos gusta mostrarnos públicamente, y nos gusta aún más ver lo que otros muestran. Sin embargo, en el marco organizacional, mostrarse no siempre está  bien visto. Y aquí es donde entra lo social como herramienta para la desinhibición.

Publicar fotos de los equipos del mes, organizar concursos de fotos en vacaciones, tiempo libre, valores o cualquier otra iniciativa, contribuye a generar un alto tráfico de colaboradores por la red interna y fomenta la participación activa de la gente en la plataforma. En otras palabras, cuando estamos empezando a instalar el uso de nuestra herramienta, lo social prima por sobre lo corporativo.

Hacete fan del hashtagging: ok, no sé si existe este gerundio, pero el caso es que utilizar hashtags (dícese del símbolo # que precede a una palabra clave) nos permite incentivar conversaciones bajo un tópico concreto y tener organizada la información bajo etiquetas. La clave está en tener previamente definidas una serie de hashtags uniformes que fomenten la participación de nuestros colaboradores en categorías previamente definidas.

Algunos de los más frecuentes son #comunicacióninterna, #beneficios, #innovación, y #concurso. Por supuesto, con el tiempo serán los propios colaboradores quienes nombren las conversaciones, pero para arrancar es necesario tener una lista mínima de hashtags definidos con su nombre y la descripción de la información que se puede presentar bajo el mismo.

Armá tu red interna de community managers: básico. No es posible alimentar una red social si sólo depende de una persona o un área de la organización. La mejor alternativa es convocar a un representante de cada área e involucrarlo activamente en el proyecto.

Para esto es muy recomendable tener lista una agenda de actualizaciones de estado, frecuencia de publicación, y hashtags posibles que los ayude a optimizar el tiempo de uso de la plataforma, porque como sabemos, ser el community manager del área es una tarea más que se suma a las propias del rol. Para garantizar el éxito de esta red, es importante que la gente que asuma la responsabilidad lo haga por voluntad propia y no como una tarea impuesta.

Abrí espacios de diálogo con líderes y expertos: esta es una de las claves del éxito de nuestro proyecto social. El involucramiento de los líderes y los expertos de la organización es central para que nuestros colaboradores se sientan tentados a participar del espacio. Incorporar espacios de preguntas y respuestas, micro-charlas con expertos de la organización o cualquier otra iniciativa, ayuda a que los colaboradores le den relevancia al canal.  Y son los líderes organizacionales quienes tienen que comenzar con el ejemplo, poniendo la herramienta al servicio del negocio. Dicho de otro modo, estos espacios buscan equilibrar la balanza entre lo social y lo corporativo, al tiempo que contribuyen a institucionalizar el espacio como herramienta de comunicación del negocio.

Hacelo móvil: que los dispositivos móviles se han convertido en una extensión de nuestro cuerpo no es novedad. De hecho, la tendencia es a consumir cada vez mayor cantidad de información mediante ellos. ¿Cuándo fue la última vez que visitaste una red social desde tu Smartphone o Tablet? Aja, si no pasaron más de 20 minutos, podés estar tranquilo que perteneces al clan de los mortales.

Aprovechar las extensiones móviles de las plataformas sociales internas es la mejor manera de ayudar a la adopción de las mismas. Incluso, lo más probables es que la mayoría de tus colaboradores con smartphones accedan a ella desde sus propios dispositivos, y no desde su pc/laptop corporativa. En un día ordinario de trabajo, la mayoría de las personas están concentradas la mayor parte del tiempo en reuniones o llevando adelante sus proyectos.

En cuanto disponen de un minuto, lo primero que hacen es ver su celular y chequear sus perfiles personales. Es aquí donde tu red social interna tiene una oportunidad de obtener tráfico. Puede ser en el almuerzo, en la ida o vuelta al trabajo, o en un momento de inspiración divina. Lo importante es que si la plataforma es móvil, siempre habrá un espacio de tiempo en que tus colaboradores entren para ver qué pasa, e incluso, puede que participen de la construcción de contenidos.

Por supuesto, la idea de fondo de las redes sociales internas es que contribuyan a generar una comunicación más fluida  entre los colaboradores, fomenten la innovación, el surgimiento de ideas, y el intercambio eficiente de información a través de toda la organización. Y sin duda, alcanzar este objetivo nos permitirá maximizar la relación costo/beneficio de la herramienta. Aunque esta es una batalla que no podremos ganar en el corto plazo.

Y ustedes ¿qué experiencia tienen con el uso de redes sociales internas?¿Qué estrategias están implementando para elevar el nivel de uso e internalización de ellas?

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