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Archive for the
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diciembre 14, 2019

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Por: abcom

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Categorías: Podcast

Desde ABCOM, presentamos nuestro ciclo de podcast «Conversaciones». Un espacio que invita a pensar la comunicación todos los días de manera práctica.

En este episodio, Mariela Rodriguez Ponte, reflexiona acerca del rol que cumple la comunicación en las PyMES.

Escuchalo en Spotify ¿Cuál es el rol de la comunicación en la PyMes?

Si te gustó y te lo perdiste

¿El desafío actual de las compañías es repensar su cultura? Entrevista a Martín Gonzalez Frígoli. En esta edición de Conversaciones, charlamos con Martín Gonzalez Frígoli sobre los nuevos desafíos que enfrentan las compañías en este contexto de COVID-19.

diciembre 9, 2019

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Por: abcom

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Categorías: Marca empleadora

Cuando hablamos de empresas transparentes es muy común que las miradas sean dirigidas, en mayor medida, a elementos relacionados con códigos de ética, reportes financieros y rendición de cuentas. Sin embargo, la cultura de la transparencia comienza por casa.

Una de las dimensiones en las que se sustenta la reputación corporativa es su capacidad de generar confianza. Por este motivo, toda institución debe ser muy cautelosa al momento de comunicar sus políticas y caminar sus valores. La coherencia entre el decir y el hacer es una exigencia que la sociedad en su conjunto está demandando de todas sus instituciones. Esta demanda es aún mayor por parte de los colaboradores de la empresa, quienes la conocen desde adentro en su cotidianidad.

Un trabajador que es testigo día a día de prácticas internas deshonestas no estará convencido de la ética de la organización, por más que ésta publique impecables reportes para demostrar el cumplimiento de sus políticas. Es en esta instancia cuando la ética se vuelve un tema delicado para la comunicación, y cuando la comunicación se vuelve clave para crear una cultura transparente.

Para que las políticas de compliance no se conviertan en un discurso vacío en la práctica cotidiana de los líderes de la organización, el primer paso es evaluar cuán genuino es lo que deseamos comunicar y con cuánta fidelidad las acciones acompañan las palabras.

La ética interna no se ejerce sólo con respetar las normas legales de contratación de los empleados. Comienza por considerar el valor único de cada colaborador y respetarlo en su condición personal, no sólo laboral. Descubrir y desarrollar el potencial y el talento de cada colaborador y respetar su derecho a una vida equilibrada, que no propicie el éxito laboral en desmedro de su vida familiar y social.

Aunque resulte extraño escuchar esto en un contexto en el que tanto se habla de work-life balance, el número de organizaciones que en la práctica es bajo. El mejor modo de comunicar internamente políticas de transparencia y ética es con más hechos y con menos palabras.

Una empresa transparente es una organización que no tiene nada que ocultar, que siente que sus acciones y procesos pueden mejorar y no se cierra sobre sí misma sino que busca la mirada de sus stakeholders para evaluar su gestión. Una cultura de la transparencia se apoya en valores y metas compartidas, no en discursos impuestos. Si tenemos en cuenta que la cultura es una forma de interpretar la realidad y de accionar, para tener una empresa ética es necesario construir una cultura ética basada en la confianza.

La comunicación es el proceso mediante el cual se difunde e instala la cultura. Pero para que esto suceda debe haber coherencia entre las palabras y los hechos. Los líderes de la organización tienen que ser los primeros en actuar de modo correcto, predicando con el ejemplo. Los colaboradores sólo creen en mensajes que se sustentan en los hechos, y sólo confían en aquellos líderes que construyen un entorno íntegro desde sus acciones cotidianas. El reconocimiento de los logros, la comunicación clara de los objetivos, la cordialidad en el trato diario y el buen clima de trabajo son pasos fundamentales para desarrollar una cultura transparente y ética que sea sustento para la realización y comunicación de buenas prácticas empresariales.

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¿Qué es y para qué sirve la marca empleadora? También conocida como employer branding, construye bienestar en la organización. Definición, beneficios y cómo se impulsa la marca empleadora.

diciembre 3, 2019

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Por: abcom

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Categorías: Gestión de la comunicación

El siguiente texto es uno de los apartados finales del libro “Cultura en Acción. Comunicar para transformar las organizaciones”. El mismo es el producto de la experiencia y del trabajo de todo un equipo a lo largo de casi 20 años. 

Este libro, es una reflexión que parte de nuestra matriz teórica, pero que tiene un fuerte anclaje en la experiencia reunida en más de 100 organizaciones, a las que hemos acompañado en procesos de transformación cultural. 

Reflexionamos acerca de:

Los desafíos entre nuevos y viejos paradigmas de comunicación: El nuevo paradigma laboral está marcado por la horizontalidad, la agilidad en la toma de decisiones, la capitalización de los errores, y la comprensión del capital humano como estratégico para la transformación organizacional.

Comunicación interna: La comunicación vista como una estrategia transversal a la organización porque para poder decidir y acompañar el cambio, lo único permanente en estos tiempos, los miembros que la componen deben comprender y saber cuál es el horizonte y el propósito organizacional.

Liderazgo: Los líderes como guías, mediadores e inspiradores de confianza. 

Hacia un plan estratégico

Luego de haber realizado un diagnóstico ya tendremos un reconocimiento profundo de la organización y su cultura. Esto significa que conocemos los modos en que sus miembros se encuentran, de qué manera desarrollan sus actividades cotidianas, cómo perciben individual y colectivamente tanto la organización como sus metas y dinámicas de acción, cómo se sienten, cómo interactúan, cómo se relacionan entre grupos. Qué cosas disfrutan y cuáles los preocupan, si se identifican con la organización, qué clima se vive; en síntesis, estamos en condiciones de describir la cultura de la organización. 

Y como proponíamos en el comienzo del libro, nuestro propósito es conocer para transformar. Poder identificar y reconocer la cultura de la organización es el camino para poder modificarla, para gestionarla y accionar en pos del fortalecimiento y el logro de sus objetivos organizacionales. A partir de este diagnóstico, pensaremos y diseñaremos una estrategia específica para nuestra organización.

La cultura organizacional es el marco interpretativo, el eje fundamental para definir cuáles son las características de la organización. Es la base necesaria para plantear estrategias de comunicación que no resulten recetas únicas y estancas, sino adaptadas a cada situación particular, es decir, en concordancia con las necesidades y objetivos de la organización y con el contexto particular donde están insertas. 

Una estrategia no es más (ni menos) que una serie de acciones planificadas en función de uno o más objetivos.

Estas acciones contienen un modo de ser ejecutadas, unas herramientas y metodologías no aleatorias, construidas en función de las posibilidades y recursos disponibles y articuladas entre sí en la búsqueda de ese objetivo. En esta clave comunicacional, entendemos que son los objetivos los que guían nuestro hacer, son la base de la estrategia y el norte de la ges- tión.

Por este motivo, su definición resulta sustancial en nuestros planes, su claridad y especificidad serán fundamentales en la claridad y especifi- cidad de acciones concretas desarrolladas en el marco de la cultura de nuestra organización. En función de estos objetivos construiremos una estrategia anclada en tres puntos: 

1. Coherencia con las conclusiones del diagnóstico. Esto es, coherente con la cultura de la organización y con los deseos y anhelos presentes en ella. 

2. Realizable, es decir, que contemple las posibilidades de acción tanto material como simbólica. Que tenga en cuenta los recursos disponibles en la organización, desde los materiales hasta los humanos, con sus peculiaridades y sensibilidades. 

3. Efectiva, lo que significa que estará haciendo el mejor uso de dichos recursos y que se consolidará en función de metas y expectativas de logro. 

Esto hará que la estrategia también pueda contener, en sí misma, su evaluación, o sea, el contraste de los pasos dados con los resultados obtenidos. 

La coherencia.

El primer eje de la construcción de esos objetivos estratégicos tiene que ver, decíamos, con la coherencia que establezcan con el diagnóstico realizado, en este caso, en clave cultural. Ahora bien, de este diagnóstico habremos podido desprender miradas y percepciones diversas en torno a las prácticas, los quehaceres y cotidianidades de los miembros de la organización.

Habremos encontrado patrones de continuidad valiosos, pero también tendremos, seguramente, miradas más críticas, conductas que no son las esperadas, dificultades manifiestas, incluso problemáticas que no son vistas de tal modo por los miembros de la organización.

El desafío que Cultura en Acción. Comunicar para transformar las organizaciones encaramos como comunicadores es poner en diálogo este diagnóstico con las percepciones de los miembros de la organización y la voluntad de la dirección. Esto puede no ser un punto fácil, pero es de suma importancia que aquello que propongamos esté en concordancia con las motivaciones que dieron lugar a este trabajo sin desconocer aquello que emerge de la implementación del diagnóstico.

En otras palabras, generar un punto de coincidencia entre lo que sucede en el plano concreto de la organización y sus modos cotidianos con el plano del deseo y la necesidad manifestada por su dirección. En función de esto nos adentramos en el siguiente punto, que es la planificación de planes realizables.

Lo realizable 

Las organizaciones no son solo aquello que enuncian y desean, sino también las condiciones materiales en las que se desarrolla su accionar cotidiano. Por lo tanto, es necesario que, al momento de pensar los planes estratégicos, contemplemos ambos aspectos. De poco servirá que diseñemos propuestas imposibles de materializar, bien sea porque no se adaptan al presupuesto del que la organización puede disponer, o bien porque requieren de una infraestructura que no está disponible, o quizás porque no responden a la cultura de la organización, o porque demandan la existencia de procesos que aún no se dan o sobre los que hay resistencias.

Una vez más, se requiere en esta instancia de nuestra atención y agudeza para poder identificar aquello que es posible en cada organización. Veremos entonces de qué manera articular lo deseado con lo posible. Lograr una ecuación en la que, habiendo identificado el mapa de recursos de la organización, lo pongamos en diálogo con aquellos ejes que se desarrollaban en la matriz start-stop-more-less y que nos permitían reconocer aquello que la organización está dispuesta a transformar. 

La efectividad 

Al reflexionar sobre la optimización de los recursos disponibles, estableceremos una serie de metas y expectativas.

A sabiendas de cuáles son nuestros objetivos, podremos pautar un modo de medir resultados, no con el fin de consolidar esta estrategia en términos de números, sino de entender que de algún modo la implementación representará una serie de transformaciones que es necesario poder identificar. De esta manera, confirmaremos la efectividad de la estrategia mediante el contraste de los objetivos propuestos con los hechos concretos. 

Las metas deberán ser cuantificables y específicas. Con esto nos referimos a que deben estar detalladas y no establecer parámetros generales para todas las acciones. Puede haber más de una meta por cada acción propuesta, dado que indicarán todo aquello que puede transformarse en cada una de ellas. Por ejemplo: cierta cantidad de reuniones, de materiales, de participaciones en plataformas, en acuerdos establecidos, en logros con clientes.

Las metas también deben tener plazos. Podremos contemplar algunas en lo inmediato, pero otras quizás demandan más tiempo en la implementación. Además, establecer el tiempo como un parámetro nos estará marcando cuáles son los límites o las alertas para observar los pro- cesos y apuntalar aquellas dificultades que pudieran surgir. 

Estas metas, a la vez que funcionarán como un medidor de nuestra estrategia, pueden ser mecanismos de motivación para los equipos de trabajo. Incluso pueden pensarse formas de reconocimiento, por metas alcanzadas, para los miembros de la organización. En consecuencia, las metas también deberán mantener una coherencia interna con la cultura organizacional y, al mismo tiempo, ser realistas con las posibilidades de la compañía. 

De esta manera, empezamos a vislumbrar la evaluación como un componente de la estrategia. Una evaluación que incluirá la medición de estas metas, pero que también puede enriquecerse con otros mecanismos de seguimiento que sean de características cualitativas.

En efecto, como trabajamos sobre el diagnóstico, podemos llegar a establecer alguna entrevista o encuesta de clima interno en momentos específicos de la implementación de la estrategia; de esta manera, reconoceremos si aparecen dificultades o incomodidades que no se visibilizan en los números pero que quizás están en las percepciones de los miembros de la organización. Y aunque los números no resulten alentadores, tal vez la sensación de los equipos de trabajo en relación con algunas de las transformaciones propuestas sea muy buena. 

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Cómo planificar estratégicamente la comunicación interna de cara al 2021? Luego de un año insólito en el que se planteó una nueva forma de vida que afectó nuestro modo de relacionarnos, de trabajar, de consumir; donde los procesos como la digitalización y la posibilidad de trabajo remoto se aceleraron, debemos pensar en los desafíos y posibilidades de cara al año que comienza. 

noviembre 14, 2019

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Por: abcom

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Categorías: Podcast

Desde ABCOM, presentamos nuestro ciclo de podcast «Conversaciones». Un espacio que invita a pensar la comunicación todos los días de manera práctica.

En este episodio, Marcela Fons, nos invita a pensar distintas herramientas para mejorar la experiencia del cliente interno todos los días.

Escuchalo en Spotify ¿Cómo mejorar la experiencia del cliente interno?}

Si te gustó y te lo perdiste

¿Cuál es el rol de la comunicación en las PyMES? En este episodio, Mariela Rodriguez Ponte, reflexiona acerca del rol que cumple la comunicación en las PyMES.

octubre 17, 2019

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Por: abcom

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Categorías: Casos

Diversidad, igualdad, inclusión. Las compañías y organizaciones son agentes de cambio en la sociedad y tienen un papel fundamental a la hora de lograr que esas palabras sean realidades. Por eso, desde ABCOM acompañamos a aquellos clientes que ponen manos a la obra: en este caso trabajamos junto a Profertil en el desarrollo de su política de diversidad e inclusión. 

¿Por qué es importante hablar de diversidad e inclusión en las empresas? 

  • Porque los colaboradores que se sienten parte de un entorno en el que son aceptados e incluso apreciados, tienden a aumentar su motivación y su nivel de compromiso y de trabajo en equipo.
  • Porque contar con equipos diversos tiene un retorno concreto sobre la eficiencia, productividad y creatividad de los equipos. Las múltiples miradas dan mejores resultados. 

En este sentido, desarrollamos junto a Profertil, una Política de diversidad e inclusión para impulsar una cultura abierta a la diversidad.

Política y manifiesto de Profertil

Profertil es una empresa agroindustrial que por primera vez va a contratar mujeres para el puesto de “operador de campo”. Pertenece a un sector donde generalmente el número de colaboradores hombres sobrepasa ampliamente en cantidad al de mujeres. Sin embargo, la gestión tiene un fuerte compromiso con las políticas de igualdad de género y beneficios para su público interno.

Tiene además un especial interés en trabajar el clima laboral para que la incorporación del grupo de mujeres sea contenida por los demás colaboradores, y así poder propiciar un mejor ambiente laboral.

Empezamos nuestro trabajo en conjunto por la realización de la política para sentar las bases, como el puntapié inicial para el desarrollo de prácticas de diversidad e inclusión. 

Elaboramos un documento que actúa como guía en los compromisos y requerimientos diarios, en los modos de hacer y ser en Profertil, para alcanzar un ambiente laboral de excelencia. Esta orienta y fortalece el compromiso de la empresa en la equidad de género y la diversidad entre los colaboradores y las colaboradoras hacia el interior de la organización.

Luego desarrollamos un manifiesto que busca sintetizar los propósitos de Profertil sobre diversidad e inclusión, de manera que el público interno pueda apropiarse de los mismos y ponerlos en práctica en la diaria. 

Ambos son documentos dinámicos y se irán transformando y actualizando, a medida que avancen la reflexión, la formación y la implementación de otras iniciativas hacia dentro de la organización.    

Como especialistas en comunicación/cultura, sabemos que es fundamental continuar trabajando para que la política y el manifiesto sean incorporados en la cultura de la organización y dotados de nuevos sentidos por los colaboradores y las colaboradoras.

El próximo paso es la estrategia integral que promueva líneas de acción concretas para la internalización de estas nuevas prácticas en la organización. 

octubre 14, 2019

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Por: abcom

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Categorías: Podcast

Desde ABCOM, presentamos nuestro ciclo de podcast «Conversaciones». Un espacio que invita a pensar la comunicación todos los días de manera práctica.

En este episodio, Patricia Moirano, nos da herramientas para contener a los colaboradores ante la incertidumbre del contexto.

Escuchalo en Spotify ¿Cómo contener a los miembros de tu organización ante la incertidumbre?

Si te gustó y te lo perdiste

¿Cómo mejorar la experiencia del cliente interno? Marcela Fons, nos invita a pensar distintas herramientas para mejorar la experiencia del cliente interno todos los días

agosto 12, 2019

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Por: abcom

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Categorías: Marca empleadora

Reconocer la desigualdad y trabajar para acortar la brecha es un desafío para todas las compañías y las personas que acompañamos sus transformaciones desde la comunicación.

El cambio afortunado de paradigma y la demanda de los públicos a las organizaciones para tomar conciencia de su impacto social, es hoy un tema que particularmente las personas en roles de liderazgo y profesionales de la comunicación no podemos ni debemos evitar. 

Much@s ya iniciamos el camino de poner la cuestión de género sobre la mesa, ¡y enhorabuena! Pero una cosa es hablar y otra, muy distinta, es hacer que suceda en acciones concretas. 

Te contamos un ejemplo de cómo transitar este camino: 

Desde hace ya algunos años tenemos el grato desafío de acompañar a Grupo Gire, reconocida por su empresa Rapipago, en su transformación cultural.

Grupo Gire es consciente de su impacto y trabaja continuamente para generar valor en las personas, siendo la inclusión transversal a toda su gestión. Es así que los temas de género son parte fundamental de su agenda diaria.

Tan solo una muestra de la decisión de la Compañía de efectivamente “hacer género”, es la generación de espacios de conversación y preparación de los partners estratégicos que acompañamos a Grupo Gire en su crecimiento. 

Es en este contexto que participamos de tres jornadas de Comunicación Responsable, con foco en cuestiones de género: nos capacitamos junto a ell@s y encontramos la manera de innovar en materia de comunicación para llevar las palabras a hechos concretos.  

Y vos, como líder de empresa, como profesional de la comunicación, ¿qué estás haciendo para dar el paso?

Agradecemos a Grupo Gire por abrirnos las puertas para transformar la realidad junto a ell@s.

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Uno de tantos acompañamientos con el Grupo Gire, fue hacer parte del proceso para verificar empresa B. ¿Por qué Gire decidió certificar B?

 

 

 

julio 25, 2019

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Por: abcom

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Categorías: Gestión de la comunicación

Todas las organizaciones atraviesan en algún momento procesos de crisis. Problemas económicos, de reputación, de reestructuración e incluso de transformación. Las razones pueden ser diversas. Sin embargo, cualquiera sea el contexto, gestionar la comunicación interna de manera adecuada marca la diferencia. 

La comunicación es clave

Te dejamos algunos consejos que pueden ser claves al momento de pensar en el qué y el cómo: 

  • Definir un mensaje clave y un discurso organizacional unívoco

Establecer un único mensaje que contenga las bases de lo que queremos comunicar con respecto al proceso que se atraviesa, y que pueda ser comunicado a toda la organización de manera unívoca.

  • Tomar una posición proactiva

Adelantarnos a lo que pueda suceder, tomar decisiones y comunicarlas de manera transparente de acuerdo al mensaje definido, nos ayuda entablar conversaciones que, aunque puedan resultar difíciles, son necesarias.

  • Lo peor que podemos hacer es no decir nada

Permanecer en silencio es una decisión equivocada. Aunque no tengamos todas las certezas la mejor manera de gestionar la comunicación es justamente comunicando de forma transparente para evitar la incertidumbre de los colaboradores.

  • Primero adentro, después afuera

Nuestros colaboradores son los embajadores de nuestra marca. Ellos tienen que ser los primeros en saber qué está pasando y qué tiene para decir la compañía al respecto.

  • El cara a cara marca la diferencia

Tener encuentros presenciales para dar noticias difíciles es una de las mejores opciones. Un mail no es suficiente a la hora de comunicar con seguridad y confianza. 

  • Decir la verdad es el mejor camino

Cualquier encubrimiento o versión distorsionada puede ser rápidamente desmentida y esto genera un desprestigio difícil de sobrellevar. Entendiendo que no toda información es pública, lo que se pueda contar tiene que ser cierto. 

  • Los líderes son nuestros aliados

Los líderes son los más cercanos a los equipos. Contar con ellos para que comuniquen con seguridad a sus equipos y validen el discurso organizacional es clave. 

Estos son algunos consejos generales que vienen con la experiencia. Ante una crisis, cada organización debe tomar sus decisiones de acuerdo a los públicos y a la situación particular por la que atraviese. Siempre es bueno contar con una ayuda externa que permita, desde una mirada mas independiente, encontrar el mejor plan de acción. Si estás atravesando un proceso de crisis, contá con ABCOM para acompañarte. 

julio 4, 2019

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Por: abcom

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Categorías: Gestión de la comunicación

Es común creer que cuando hablamos de social media estamos hablando de redes sociales. Este post viene a echar luz sobre esta confusión y, además, te resultará útil como para ingresar en la jungla digital que hoy captura la atención de casi 4,3 mil millones de personas que se conectan a Internet, y 3,4 mil millones de usuarios de medios sociales a nivel global como indica el informe de Hootsuite para este año.  

Sin entrar en tecnicismo, cuando hablamos de social media nos referimos a todos las plataformas y herramientas digitales que nos permiten entablar conversaciones de valor con distintos públicos de interés. De esta manera, no sólo Facebook, LinkedIn, Twitter, e Instagram deben formar parte de tu plan de social media. También es necesario que incluyas tus blogs, whatsapp, foros, wikis, y toda herramienta o plataforma digital donde como organización o marca propongas un ida y vuelta con tus públicos o usuarios.

Un plan cuidadosamente diseñado y una estrategia sólida por detrás impactará positivamente sobre la reputación de la compañía, sus productos y servicios, y por qué no, sobre la marca empleadora de la organización. Por el contrario, adentrarse a la deriva en el mundo del social media es un pésima decisión que podría destruir la reputación off-line de la organización o marca. 

Con un índice de entre el 60-76% de usuarios activos de social media para España, México, Perú, y Argentina respecto de su población, es muy difícil no pensar en tener y desarrollar una estrategia para el ecosistema digital. Nada tiene que ver con la antigua creencia de que con tener una página web era sinónimo de tener presencia digital.

Hoy más que nunca los consumidores se han consolidado como prosumidores de los productos y servicios que quieren y compran, y los colaboradores son los principales embajadores de las organizaciones para las que trabajan, por sólo mencionar dos tipos de públicos. En otras palabras, ya no es opción para una organización no participar de la conversación sobre su marca o producto en medios sociales. Sin embargo, ser los promotores de esas conversaciones puede ser la base fundamental para mostrarse transparentes, responsables, receptivos y seguros de lo que hacen y de cómo lo hacen, en una combinación perfecta de storytelling/storydoing.

Sí. Se está haciendo largo, pero valoramos tu esfuerzo por haber leído hasta acá y si compartís las ideas de que expusimos en los párrafos anteriores, entonces a continuación te dejamos los cinco pasos para construir tu plan de social media:

1 – Definí con claridad los objetivos de tu plan

Como cualquier plan de comunicación, tu social media planning necesita tener objetivos claros. Nuestra recomendación es que uses el método S.M.A.R.T. para el diseño de objetos asegurando que los mismos sean específicos, medibles, alcanzables, realistas, y temporales. Mientras mejores sean tus definiciones, más simple será el resto del proceso. 

Un último consejo es que establezcas no más de 3 a 5 objetivos para que puedas tener un proyecto gestionable. Recordá que esta metodología que te proponemos te permite controlar la variable tiempo por lo podrías definir objetivos por trimestre que te permitan ganar capacidad de gestión y agilidad al momento de tener que revisar o cambiar algo.

2 – Diseñá tu estrategia de conversación para cada canal

Como sabés, cada plataforma tiene sus públicos y estilos diferentes, por eso es muy importante que establezcas los criterios conversacionales y de publicación que vas a utilizar en cada canal. Asegurate también de que el tono de comunicación de tu marca/producto sea el mismo en todos los medios y plataformas. Si por alguna decisión estratégica debés variar el tono, procurá que los cambios sean sutiles. También es importante que elabores tu documento de preguntas/respuestas frecuentes para gestionar la conversación. 

3 – Elaborá una agenda de temas clave y un calendario de trabajo

Armar tu agenda de temas clave, cuando se publica qué y en qué canal es indispensable para la gestión. Sin perjuicio de los distintos temas a comunicar que puedan surgir, deberías tener una planificación crítica de conversaciones que quieras entablar en cada uno de tus canales y plataformas. Recordá que de haber temas que se repitan para los distintos medios sociales, siempre es bueno preguntarse si se puede hacer algún giro en función de las expectativas del público para las distintas plataformas, en línea con los criterios de conversación definidos en el punto anterior.

4 – Establecé tus KPI´s y puntos de control

Dijimos que uno de los puntos clave del social media planning es la definición de objetivos medibles. Por esto, fijar los indicadores de performance (KPI) será esencial para el control y seguimiento de la estrategia. Una buena medida es contar con no más de 7 KPI por objetivo. Acordate que si bien estamos acostumbrados a medir en números, la medición cualitativa también es necesaria y aporta datos de gran valor a la gestión. Un claro ejemplo es poder medir cualitativamente los sentimientos que genera la marca con su público a partir de los comentarios que se realizan en sus medios sociales.

5 – Preparate para cualquier contingencia

Cualquier estrategia de comunicación implica exponerse al menos a un mínimo escenario de riesgo. Tener definido un plan de gestión de crisis para la estrategia de social media es tan importante como contar con una una estrategia de negocio. Al igual que en el mundo offline, el ecosistema de medios sociales tienen una gran capacidad para desplegar una crisis reputacional sin precedentes en unos pocos minutos. Por eso, al momento de construir el social media planning no puede faltar el documento de gestión de crisis con todas las definiciones necesarias. Si necesitás algún punto de partida para diseñar tu Plan de Crisis Social Media podés consultar este post.

Te invitamos a sumar tus comentarios, sugerencias y experiencias sobre la gestión estratégica de tu social media planning, y como siempre contás con todo el equipo de ABCOM para acompañarte en la cruzada de crear conversaciones que importan.

junio 26, 2019

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Por: abcom

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Categorías: Casos

La mayoría de las empresas a nivel mundial ven que el futuro se acerca cada vez más rápido. Volverse más digitales y transformar los procesos ya no es una opción. En este contexto, el Grupo BBVA decidió comenzar una transformación organizacional en la que sus procesos, tecnologías, formas de trabajar y de pensar e incluso su cultura evolucionan. 

Propósito

Como parte de este proceso de cambio, definieron un nuevo propósito:“poner al alcance de todos las oportunidades de esta nueva era”, establecieron nuevos valores corporativos (somos un solo equipo, el cliente es lo primero y pensamos en grande) y adoptaron una nueva forma de trabajar (la implementación de las metodologías ágiles).

Como parte de la visibilización hacia afuera de este proceso interno,  se produce la unificación de su marca en todos los países que opera y el despliegue de una nueva identidad y logo. Este gran cambio, representa el compromiso de BBVA de ofrecerles a sus clientes una propuesta de valor única y una experiencia de usuario homogénea

Además, la nueva identidad es un ejemplo de los valores del Grupo, en particular el de ‘Somos un solo equipo’, que enfatiza la importancia de los empleados y su compromiso con el proyecto que es BBVA. Al mismo tiempo, refleja el propósito del banco: poner al alcance de todos las oportunidades de esta nueva era.

La nueva marca global

A principios de 2019, el equipo de Talento & Cultura de BBVA Argentina nos adelantó que iba a haber un proyecto muy importante para la compañía en los próximos meses que implicaría el desarrollo y despliegue de la nueva identidad de marca en nuestro país. 

Luego, llegó la confirmación de que el 10 de junio sería el evento de lanzamiento en la Torre BBVA. De ahí en más, comenzamos con todos los preparativos: 

  • Armamos el diseño de los elementos del kit de bienevenida que se les entregaron en los escritorios a los colaboradores. 
  • Preparamos las comunicaciones que revelarían la llegada de la nueva marca. 
  • Diseñamos remeras para el día del evento.
  • Participamos de reuniones con quienes estuvieron a cargo de las distintas atracciones del evento. 
  • Animamos contenidos para las pantallas y elegimos música para ambientar la jornada. 
  • Un día antes, estuvimos durante la instalación de las distintas activaciones en el hall de la Torre. 

Cuando nos quisimos dar cuenta, el gran día había llegado. Alrededor de las 8:30 comenzó el evento con la llegada de los colaboradores. En el hall, se encontraron con un logo corporeo gigante  que tenía distintos orificios para mirar vídeos sobre la llegada de la nueva marca. 

Además, había un tótem en el que los colaboradores podían hacer un boomerang con sus compañeros con la nueva marca de fondo y una animación muy divertida que luego podrían compartir  en redes sociales sumándose al hashtag #OneBBVA. 

También, se colocó una pantalla led en la que se proyectaron diferentes videos y el spot publicitario develado el domingo 9 de junio en los Martin Fierro, una letra A corpórea en la que invitamos a dejar un mensaje acerca de lo que significa ser parte de un banco de vanguardia  y un stand con impresoras 3D que trabajan full time produciendo el premio sorpresa para los que lograran resolver un juego de lógica. 

Las distintas atracciones estuvieron todo el día hasta las 18 horas para que todos pudieran disfrutar. Desde ABCom trabajamos codo a codo con el equipo de BBVA coordinando el evento y velando por una jornada a puro disfrute, celebración y orgullo.