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Archive for julio, 2015

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Si formás parte del área de Recursos Humanos o de Comunicación de una organización y creés en la comunicación interna como una herramienta transversal. Que nos permite lograr los objetivos de negocio, este artículo te va a interesar.

Si en tu organización aún no tienen definida una Política de Comunicación Interna (PCI) o incluso nunca escucharon hablar de ella. Es importante que comencemos desde el principio. Para gestionar la comunicación interna adecuadamente, la PCI es una aliada infalible.

Por definición es un documento conformado por pautas generales sobre el modo en el que debe gestionarse la comunicación interna. La administración de los recursos comunicacionales y la sistematización de procesos en pos de facilitar la circulación de la información en función de nuestro público interno.

Es mucho el esfuerzo, la dedicación y el compromiso que se pone en juego. Cuando queremos impulsar un plan estratégico, un programa o una acción; como para que no lleguen a cumplir su objetivo por no contar con una PCI definida.

Pero, ¡atención! es muy fácil caer en la tentación de redactar la PCI y que quede allí guardada en Mis Documentos. Una vez diseñada, debe ser aprobada por la Dirección y después darla a conocer a todos los miembros de la organización para que sea puesta en práctica.

Bueno, ahora que conocés su importancia, te contamos qué tenés que tener en cuenta al momento de redactarla:

  • Introducción: Breve presentación de la política; responde a: ¿Para qué?
  • Objetivos: Los 3 ó 4 objetivos que esperamos cumplir con la política; responde a: ¿Qué queremos lograr?
  • Alcance: Qué público abarca; responde a: ¿A quiénes está destinada?
  • Compromiso: Enunciar la necesidad de contar con el compromiso de todos los miembros de la organización para cumplirla y respetarla.
  • Canales de CI: Detallar el objetivo y funcionamiento de cada uno de los canales de comunicación interna.
  • Confidencialidad de la información: Resguardar la información que circula dentro de la organización dejando en claro que el contenido es propio de la institución.

La PCI ayudará a tu organización a tener un método estandarizado de comunicación interna que le otorgará previsibilidad y recurrencia al modo en que los colaboradores acceden a la información.

Sólo hay que animarse a proponer las reglas claras y sí, la condición fundamental es comprometerse a cumplirla.

Si te gustó esta nota compartila en tus redes. Si querés conocer más sobre el tema, escribinos. ¡Gracias!…

julio 23, 2015

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Por: abcom

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Tags: Estrategia, Eventos corporativos, Family Day

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Categorías: Marca empleadora

Llegaron las vacaciones y los más pequeños inundan la ciudad y sus casas llenos de alegría y mucha energía por compartir; renovando con aire fresco la primer parte del año que se lleva el frío de este invierno. ¿Por qué no hacer lo mismo con el aire de tu organización?

Existen muchos momentos del año para introducir un evento donde el empleado sea el foco de la atención; pero ahora anímate a pensar que los empleados también son su familia, con la que comparten la vuelta a casa después un largo día de trabajo. Son su refugio y parte fundamental de su vida.

Una cultura organizacional atenta, procura establecer una relación más cercana con sus miembros y fomentar el trabajo en equipo. Para eso, recurrimos a un mundo de estrategias que si bien son de gran ayuda, puede que requieran de algo fresco, disruptivo y que permita conectar y vincular a los empleados con sus otras facetas.

Acá es donde eventos como el Family Day te pueden dar eso que estás buscando:

  • Motivar a tus empleados estableciendo un vínculo que trasciende lo laboral, ya que interpela su ámbito familiar y por qué no también, al niño que llevan dentro.
  • Mostrar la cara más humana y emotiva de la compañía, haciéndola más cercana.
  • Fomentar el trabajo en equipo y el desarrollo creativo mediante actividades y juegos recreativos.
  • Demostrar que todos son igual de importantes, nivelando jerarquías en un terreno neutral.
  • Convocar un espíritu colectivo; sinónimo de energía, interés, compromiso y lealtad.
  • Aliviar tensiones, expresar emoción y lidiar con el conflicto.
  • Incluir a la familia de tus empleados en el gran hogar que representa tu organización, ya que ellos también son portavoces de su imagen.

Cuidá el vínculo Familia-Trabajo

Después de todo, pensar nuestras relaciones laborales implica abordarlas de manera sustentable, comprendiendo que el trabajo no debe representar ni vivenciarse únicamente como una fuente de ingreso sino que debe brindar una satisfacción en materia afectiva, psicológica y social, humanizando el vínculo.

Incluir al entorno y a los afectos de los empleados a través de actividades recreativas, cultiva y refuerza sentidos de pertenencia, valoración personal y el desarrollo positivo de la autoestima, desinhibiendo y mostrando el lado auténtico y fresco que verdaderamente valoramos.

Las opciones son variadas. Dentro o fuera de la empresa, medio día o jornada completa, fútbol, kermesse, paseos, juegos o karaoke; siempre es un buen momento para cortar la rutina y dar un respiro para recomenzar con más fuerzas los desafíos y metas que aún quedan por cumplir. ¡Animate!

Si te interesó esta nota podes compartirla, y si querés saber más, comunícate con nosotros.

julio 13, 2015

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Por: abcom

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Tags: Liderazgo, sustentabilidad

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Categorías: Sostenibilidad

Este año, el Congreso Internacional de IARSE inauguró la jornada con una inquietante frase existencialista que aún resuena en mi cabeza: Estar en el mundo.

Partiendo de este punto, el compromiso con la sustentabilidad como modo de desarrollo y la responsabilidad de cada actor en la sociedad frente a su prójimo depende de cómo decidamos justamente, estar en este mundo.

Podemos vivir el hoy como si no hubiera mañana, consumir nuestra vida en placeres efímeros que acrecientan nuestra sed de nuevas experiencias pero no calman la ansiedad de ser reconocidos. O podemos creer que nuestra existencia sí ha hecho una diferencia, y con esa actitud encarar cada decisión que tomamos, cada proyecto que emprendemos, cada relación que entablamos.

Este compromiso intergeneracional es el que está detrás del imperativo ético de la sustentabilidad. No son sólo las empresas quienes deben asumir sus responsabilidades y dar cuenta de sus acciones en torno a qué tipo de desarrollo es el que necesita nuestra sociedad, sino también las organizaciones sociales, el Estado y cada ciudadano tienen un rol que asumir en esta red de interrelaciones. Desde dónde iniciemos el cambio, dependerá del nivel de conocimiento y autoconciencia que tengamos del impacto de nuestras acciones en los demás.

Una práctica en proceso de cambio

Hace 15 años la responsabilidad social de las empresas se reducía en una gestión ambiental apegada a la ley, a establecer vínculos amigables con las comunidades vecinas y a satisfacer a los clientes y a los empleados.

Hoy la filantropía corporativa es un estadio inicial de una evolución hacia la sustentabilidad, seguido por la inversión social privada y el voluntariado corporativo. Sin embargo, seguimos escuchando como las empresas las mantienen dentro de sus estrategias de sustentabilidad como resabios de un cambio que no termina por afianzarse, un diálogo intersectorial que no fluye y una articulación público-privada cargada de sospechas y desconfianza mutua.

El vínculo y la comunicación con públicos de interés sobre los temas que realmente impactan en sus vidas o sus actividades, el compromiso con la huella de agua y de carbono, el desarrollo de productos y servicios más saludables, más humanos y a precios más justos y en algunos casos de forma colaborativa con empleados, proveedores, clientes y usuarios parecen ser algunas de las nuevas tendencias en sustentabilidad. Así como la inversión en la generación de energías limpias, la reducción del consumo (y derroche) de agua potable, el reciclado de residuos y la remediación ambiental, el respeto y la promoción de los derechos humanos y la biodiversidad.

La sustentabilidad no es una moda, llegó como una reacción a un modo de desarrollo que pone en jaque nuestra expectativa de vida, no sólo ya la de las generaciones futuras. No puede dejar de ser parte de cualquier agenda política, de gobiernos, de empresas, de organizaciones. El liderazgo se demuestra haciendo. Hagamos.

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La comunicación interna en las organizaciones se enfrenta a nuevos retos, en especial relacionados con la aparición de dispositivos móviles y herramientas como las redes sociales corporativas. Los colaboradores no están ajenos a estos cambios: las nuevas generaciones se incorporan al mercado laboral, la generación Y comienza a ganar espacios gerenciales, y la mayoría de las personas son usuarios activos de una o varias redes sociales.

Si hoy en día para todos nosotros es habitual lanzar un tuit o publicar un post en Facebook, ¿por qué no utilizar las redes sociales como herramientas de mejora en la comunicación interna de las empresas? La respuesta a esta pregunta se encuentra en ciertos preconceptos que circulan en puestos gerenciales. Por eso analizaremos los 3 mitos que impiden la incorporación de redes sociales al interior de las empresas.

Mito N°1: las redes sociales internas no sirven para nada

Verdad: Una red social corporativa bien diseñada e implementada multiplica exponencialmente el nivel de productividad. Sólo estableciendo una comunicación fluida entres las diferentes áreas de una empresa se logra:

  • Mejorar el acceso a la información por parte de los empleados.
  • Incrementar significativamente la eficiencia en la coordinación de los proyectos.
  • Eliminar la duplicidad de esfuerzos.
  • Acelerar la expansión del know-how generado en la compañía.

Por supuesto que para alcanzar estos resultados hay que planificar, implementar y dar seguimiento al proyecto de forma estratégica y siempre contando con el apoyo de los máximos dirigentes de la empresa.

Mito N°2: la implementación de una red social tiene un alto costo

Verdad: Las redes sociales internas pueden implementarse sin invertir un solo centavo. Sólo se necesita disponer de una buena conexión a internet. Las redes sociales corporativas cuentan con interfaces amigables, similares a las de otras plataformas que tienen millones de usuarios activos en todo el mundo, por lo que no hace falta invertir en capacitación.

Tampoco la instalación es costosa. Algunas plataformas como Yammer de Microsoft, cuentan con una versión gratuita que incluye todas las funciones y que cumple con los requisitos de seguridad necesarios para las compañías de hoy.

Mito N°3: Al tener acceso a una red social corporativa los empleados trabajan menos

Verdad: Tras la puesta en marcha de una plataforma que potencia la comunicación interna se alcanzan los objetivos más rápido y de forma más eficiente. Las redes sociales internas:

  • Permiten una comunicación en tiempo real, fluida y espontánea.
  • Fomentan la colaboración y la participación entre los empleados.
  • Colaboran con la gestión del conocimiento.
  • Ayudan a cohesionar los equipos de trabajo, en especial si están en lugares geográficamente distantes.

Probablemente, el mayor obstáculo para la puesta en marcha de una red social corporativa no tenga que ver con ninguna de estas cuestiones, sino con el temor al cambio. Entonces ¿por qué no implementar ordenadamente un canal de comunicación que tus colaboradores ya utilizan en su cotidianidad?

Si te gustó esta nota podés compartirla en tus redes sociales. Y en los comentarios podés contarnos qué pensás sobre las redes sociales corporativas ¿Creés que pueden ayudarte a alcanzar los objetivos de negocio de tu empresa?

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